Robas Luis Roberto? !No. No! Rivas...Rivas.
El alcalde aprovechó la semana pasada, uno de esos espacios televisivos que se pagan con dineros de las diferentes empresas del municipio, para tratar de explicar lo inexplicable, amenazar, que amenazando es un profesional excelso, por las supuestas calumnias con las que su muy cuestionada honorabilidad ha sido colocada en entredicho. Que lo haga bien argumentado, porque si no es así, saldrá peor que antes, con todo esta maraña en que ha convertido el ejercicio de la administración pública municipal, arte degenerado a la categoría de negocio redondo y lucrativo, con el que se dilapidan recursos de la gente, para llenar los apetitos insaciables de los políticos “financieros” de ahora, que encontraron en la política, un filón con el que pueden fácil y rápidamente enriquecerse, con no poca impunidad, exceso de indignidad y mucho cinismo.En el intento de dejar el poder como bien heredable, la ciudad se lleno de avisos, afiches y panfletos, que muestran fotografías maquilladas de todos los candidatos a las diferentes corporaciones públicas.
Llama la atención el afiche de un candidato, simpático por cierto, que con un estetoscopio, hace proselitismo político, como que el tiene los remedios para la ciudad en el Concejo. Acompaña en su aspiración, a un candidato a la Asamblea, que para no permitir que se le caiga la cara de la vergüenza por sus actuaciones poco claras, tiene que recurrir a su mano para que se la sostenga. Estos hombres que mezclan el fanatismo religioso con la gula de la política, son una mezcla explosiva.
La verdad es que todos los hombres nacen con hambre de poder. En Manizales, unos experimentan más hambre que otros, aunque todos tengan gula; ellos encuentran una fuente de placer interior, cuando creen que lo pueden hacer todo a su antojo, si alcanzan esas posiciones políticas de privilegio.
Manizales no tiene la exclusividad en materia de corrupción municipal, aunque forme parte del paisaje actual. La práctica perversa de la política, en mayor o menor medida, de una clase u otra, es muy corriente en las nuevas coaliciones políticas llamadas "democráticas" sin serlo.
Para poder dejar elegido al sucesor, estos políticos de ahora, tan “honestos” y tan “escrupulosos”, echan mano de millones de pesos de un fondo que se creo para cosas distintas, llamado el de solidaridad, reparten mercancías incautadas a los contrabandistas, como repartían sus mentores políticos hace 15 o mas años, tejas, cemento, ladrillos, lotes inaccesibles de invasión, becas del Icetex, y otros que tales. Es que los políticos de hoy en Manizales, no solo los han igualado, sino que los superan con creces, demostrando que los primeros eran unos principiantes al lado de tan aventajados alumnos.
La política en general y la municipal en particular, han degenerado en forma alarmante. La desfachatez que carcomió la vida política, su ansia de lucro desaforada y sus lealtades mal entendidas, hacen que hombres decentes hayan sido cambiados por políticos profesionales. Profesionales de las triangulaciones.
En la salvación nacional cerraron las listas y bloquearon personas decentes, accedieron rápido a los órganos de gobierno municipales, políticos mediocres, manipuladores y manipulables, que no representan a nadie y cuyo único objetivo, por si acaso el puesto dura poco, es hacerse ricos lo más ligero posible.
Personas sin vocación de servicio público y carentes de aval ideológico, que conciben la política no como la institución pública al servicio del ciudadano, sino como la plataforma de negocios múltiples, con los cuales aseguran futuros rentables. Para lograrlo, tratan de eliminar los insuficientes controles internos, legales, técnicos, económico y financieros. Acorralan a los funcionarios responsables y los cambian por los de confianza que, confunden amistad con complicidad.
Por último, crean las empresas municipales innecesarias, para gestionar los asuntos, sin los engorrosos trámites burocráticos. El negocio es redondo. Queda así formada la obra maestra de las triangulaciones, con las que las administraciones municipales y los burgomaestres convierten el ejercicio de la política, en un vulgar pero lucrativo negocio, que con la aparente sofistería de obras que benefician al pueblo, se aprovechan de los dineros públicos para su propio beneficio.
La ciudadanía no ha tomado conciencia de que los políticos son con excepciones exóticas grandes mentirosos, y no han formado una acción adecuada, contra la inmoralidad de estos dirigente.
La corrupción sofisticada, arrasa la moral de una sociedad. Rompe de un tajo todos los valores morales. Porque hay que decirlo bien claro: en Manizales la política se hace a golpe de contratos y con el dinero de los contribuyentes. Nadie dice no a nada, y los amigos del a todo si, no cumplen; el clientelismo es una enfermedad sin remedio en la clase política. La política, que podía ser la más noble de todas las tareas, se convertirte en el más vil de todos los oficios.
Es la falta generalizada de ética pública de nuestros gestores municipales, el favoritismo en la selección del personal, la contratación de obras y servicios a dedo, la planificación interesada, la negligencia en el cuidado del patrimonio municipal y en la compra de conciencias baratas para formar las mayorías de gobierno, en donde se engendra el caos y se establece el desorden. Es a partir de la ausencia de moral, o de dignidad en el desempeño del cargo, cuando el Alcalde, el concejal o el funcionario, experimentan un total desprecio por el interés general de la ciudadanía y utiliza sus potestades en beneficio particular. Es un ejercicio público corrompido.
Luis Roberto Rivas, dijo en la revista Eje XXI, edición 16, de mayo de 2005, y lo ha cumplido al pie de la letra: “El poder es para quienes lo ganaron..”. Quiere usted seguir en esta situación? Entonces vote por los mismos, para que le hagan de las mismas.
1 comentario:
Claro que esta robando . Yo que trabajo en el municipio se de que estoy hablando.
Siga denunciando Dr. que será la única forma de frenar estos hampones
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