jueves, enero 04, 2018

SALVESE QUIEN PUEDA

REPENSANDO EL COTIDIANO
SALVESE QUIEN PUEDA

Flavio Restrepo Gómez
@FlavioRestrepo

                  En un país  en el que la corrupción es  dama de honor, las  oportunidades de vivir dignamente, para las mayorías, son  casi nulas. Vivimos a la deriva pensando con ingenuidad, que el progreso lo dan vías 4G, aeropuertos grandes, comunicaciones rápidas, megaempresas con mas ganancias en menos manos, bancos  con intereses  altísimos que superan el IPC, privilegiados que pueden tener acceso a todo, porque tienen con que  pagarlo.
                  Parece cierto, pero  es una verdad a medias, que se convierte en mentira completa, cuando enfrentamos la vida diaria y vemos lo que pasa en Colombia, día tras días, sin que  se muestren cosas distintas a las de la corrupción y los corruptos, a la de los indignos, a la de los que  todo lo tienen, haciendo  cierto el principio: la riqueza de unos pocos es la causa de la pobreza de muchos otros, miles, millones de otros. En fin, vivimos para acumular y perdemos la  vida en ese propósito, que  no nos deja tiempo para  experimentar lo simple, lo que  produce  verdadera alegría y felicidad interior.
                  ¿Podemos hablar de un país que  tiene vocación de desarrollo, cuando  vemos, millones de colombianos sin trabajo, niños  sin oportunidades de educación, jóvenes sin un futuro prometedor, mujeres maltratadas, muchas asesinadas impunemente en un país “Pa´ machos”; de colombianos discriminados por  la sinrazón de la raza, el sexo, la religión, la política? ¡No!
                  Un país solo comienza  el camino  del desarrollo, cuando  tiene  educación, cuando  tener acceso a ella no es un privilegio  de  minorías, cuando sea universal, cuando no haya niños en la calle, ni limosneros por necesidad o por oficio, ni ancianos  sin hogar abandonados por sus familias, ni gente sin acceso oportuno y completo a la salud. Si, así, sin muchas  otras cosas mas y sin oportunidades.
                  La propaganda Estatal suena muy  bonita, pero  no es realidad, en una  Nación que tiene  privilegios  especialísimos para los políticos y para sus amigos no políticos, que no solo ganan  cifras astronómicas con mucha indignidad  y  muchas veces robando, sino que están protegidos legalmente contra todo, con una impunidad que  es escandalosa.
                  Tampoco es viable un País en el que los  grandes  empresarios y los   multimillonarios, pagan poquísimos  impuestos  en proporción al común de la gente. En un lugar en el  que  las cargas tributarias recaen en la franja  de la clase  media que trabaja, para  un mejor vivir aparente, a sabiendas de que es la que en realidad subsidia todos los desmanes  económicos de nuestra  destartalada sociedad y de nuestro  mal llevado sistema democrático. Porque la verdadera  democracia es una cuestión de  bienestar común y  no de  bienestar particular y selectivo, a espaldas de un malestar  generalizado en grandes franjas de la población, abandonada por  todos los sectores, sin que a nadie parezca importarle.
                  Las urnas transparentes, son comedias  de circo,  donde se hace magia para contrataciones estatales que violan de entrada las reglas del juego. No hay formación académica suficiente para los colombianos, ni hay interés  verdadero en proteger a los menos favorecidos, en un país que vive de  promesas no cumplidas, de propaganda oficial que muestra  un país, que  no es  el de las mayorías, de una Patria  que no nos duele de verdad.
                  Dicen que un colombiano tiene “malicia indígena”. Eso lo debemos a la cultura del culto al “Yo”. No importan los otros. “Yo” tengo que estar bien, aunque estar bien  represente pisotear al otro, aunque sea  al amigo, con el concepto de amistad, metamorfoseado y convertido en complicidad. La  gente  cree que es amiga cuando es cómplice.
                  Solo cuando  le pongamos coladero  a los  políticos corruptos, inhabilitándolos de por vida; cuando sancionemos ejemplarmente  al  industrial o al comerciante tramposo;  cuando castiguemos al burócrata que  pasa el límite y se convierte en un enemigo de  la sociedad, impidiéndole   por siempre desempeñar cargos públicos; cuando los  verdaderos dueños del país que somos los colombianos, le   pidamos  cuentas a los  “mayordomos”  que hemos  dejado manejen nuestro terruño. Cuando  los corruptos sepan que la justicia  no es juego, que su mazo  rompe  todo el esquema  de  delincuencia que practican; cuando los jueces sean probos, cuando los médicos sean honestos, cuando los  arquitectos y los ingenieros no sobrevaloren los costos de las obras, cuando no haya que pagarle “peaje” a alguien para poder trabajar. En fin, cuando los intermediarios sin escrúpulos sean erradicados  de cualquier actividad económica, en la que puedan hacer actos  de corrupción  que  no tienen freno.
                  Ese día; solo ese día, Colombia podrá decir que ha progresado. Mientras tanto, son palabras  vanas de  políticos que   no cumplen  lo que grabaron en mármol,  de los que  convirtieron el bello arte de la política, en  una cloaca, llena de mierda y de podredumbre.
                  Tenemos que comenzar ya. No podemos esperara a que nos dejen sin nuestra Patria todos los inescrupulosos y deshonestos que  nos  rodean.

NADA MAS TIPICO QUE UNA ELECCION ATIPICA


REPENSANDO EL COTIDIANO
NADA MAS TIPICO QUE UNA ELECCION ATIPICA

Flavio Restrepo Gómez

                  Caldas, se prepara para elegir un nuevo Gobernador, que reemplazará al Gobernador encargado, que reemplazó al Gobernador destituido. Para hacerlo, se dió un plazo de 58 días, lo que en la vida del Departamento es una eternidad, pero en la de los políticos es cortísimo lapso, para aceitar maquinarias y asegurarse la “victoria”, con la que querrán seguir manejando el Departamento. Si, el Departamento de Caldas, que tiene a su haber la vergonzosa realidad de ser uno de los mas corruptos de esta Colombia ya bastante corrupta (Barómetro Global de la Corrupción)
                  En este proceso proselitista que se realiza a las carreras, tendremos que enfrentarnos a la cruda realidad de lo que es la política caldense, con sus esbirros, sus traficantes de votos, sus viejas y nuevas coaliciones, que se diferencian en que las nuevas que fueron salidas de las viejas, son mucho mas corruptas que las que les dieron origen. En fin, una debacle política, para un Departamento manejado siempre como una hacienda, en la que los mayordomos son amos y señores y los ciudadanos, dueños de la “Finca Caldas”, fueron convertidos en simples espectadores.
La triste realidad de los verdaderos dueños de la comarca, los ciudadanos, manejados como peones en el tablero del ajedrez político, en el que los dirigentes fungen de reyes; las que los secundan de reinas; los burócratas empedernidos y directorio-dependientes, como caballos; los beneficiarios de esa mala práctica, como alfiles y los que hacen de protectores de ese poder odioso y detestable, como torres. Contra todos esas “piezas” del ajedrez politiquero, están los “ciudadanos de a pie”, que son los que chocan en el día a día, que no son escuchados, son desatendidos, simple y olímpicamente ignorados.
Los ciudadanos, verdaderos dueños de la comarca, solo les sirven a los políticos, cuando necesitan que por ellos depositen los votos, con los cuales ellos eligen a sus propios verdugos. Un negocio infame de compraventa de votos y manipulación de votantes, que ha adquiridos proporciones inimaginables, en un campo en el que la corrupción se campea oronda, el tráfico de influencias es pan de cada día, la servil adhesión es premiada con mano amplia, por parte de los que despilfarran los dineros públicos, como si les pertenecieran. El desperdicio de los dineros de los contribuyentes en entrega de última edición.
La gallera en que se convirtió la Gobernación, con la riña de gallos en que metamorfosearon el arte de la política, los políticos viejos con sus mañas de siempre, los políticos jóvenes mucho mas mañosos, pero mas hipócritas, que están  buscando capitalizar para ellos el poder de la región y los áulicos que los siguen como gallinazos a la espera de la carroña de la que viven, nos dejan muy pocas, casi ninguna esperanza de renovación o cambio.
Se revitalizó el poder de Omar Yépez, que andaba dedicado con buena intensión a filosofar sobre política;  resucitó el insepulto cadáver político de Arturo Yépez, dedicado en los últimos tiempos a ser jurado de reinados de quinta categoría; se mantiene al margen con sofistería, Jorge Hernán Yépez, de quien no se ha dicho todo lo que hay que decir, pero se dirá a su debido tiempo. Alineada con ellos, como coequipera de una antigua coalición que se resiste a pasar a la historia como lo peor que le ha pasado al Departamento en toda su historia, está Adriana Franco, de quien un día creí podría hacer mejor papel.
Al lado de estos, hacen manifestaciones rabiosas de algarabía preelectoral, el vetusto movimiento de Salvación Nacional, que no es Nacional y que no ha sido salvación, con Luis Emilio Sierra, siempre en primera fila, para hacer coaliciones con los que pueden ganar, contrariando los principios de Álvaro Gómez Hurtado, hombre preparado, que fundó el movimiento, personaje que al menos tenía vastísima cultura y visión holística de la realidad nacional. Por eso fue impunemente asesinado.
No menos notoria es la presencia de Mauricio Lizcano, el vago que definió su padre, ese bueno para nada, que maneja hilos de poder en Caldas con aterradora frialdad, el mismo que fue a Antioquia para buscar alianzas, para terminar pasando al cadalso al que allí era jefe, porque el poder en la compra-venta de votos y conciencia todo lo puede en este país macondiano, que produce vergüenza.
No falta Luis Alfonso hoyos, a quien no le hizo ni cosquillas el que le decretaran la muerte política en el Consejo de Estado, ni su compadre de aquelarres políticos, Oscar Iván Zuluaga, que no tiene votos suficientes para llenar la chiva en la que promociona su precandidatura presidencial, para volver a la época de la violencia de la Seguridad Democrática, con todos sus eufemismos, sus mentiras, sus trampas, sus falsos positivos, su Agro Ingreso Seguro,  sus escándalos sin fin.
Los demás, no son mucho mejores, son menos peores, que es una subcultura política que hizo nido en la deturpada escuela greco-caldense, esa que tiene muchos cuestionamientos, muy poquitas realizaciones y casi ninguna categoría de política de verdad.
En definitiva, nos alistamos para la representación de otro espectáculo circense, de otra opereta tragicómica  de malabarismo político, en el que continuarán los mismos con las mismas, haciendo de Caldas un Departamento que políticamente merece repudio y produce vergüenza.
Ante tan apocalíptico escenario, contando con la ventaja de una ciudadanía que no les cree nada, pero hace menos por cambiar las cosas, no queda mas remedio que decir: ¡Que gane el menos peor!



TRAGO AMARGO


Nuestro país vive una situación difícil y enredada. Los políticos están de fiesta. Ellos han convertido la cotidianidad en un aquelarre, con fabulosos dividendos. Se apoderan del poder de los municipios, las ciudades, las regiones, los departamentos. El país entero, manejado por la policlase, esa organización vetusta y poderosa, que maneja todos los hilos del poder, la misma que convirtió nuestra Patria en un pozo séptico. 
Es que los políticos, con contadísimas excepciones que hacen regla, son los más corruptos entre todos los que habitamos este país. Ellos no están allí, ocupando sus puestos, por sus méritos o su dignidad. Ellos han llegado a tener el poder, después de mucha triquiñuela y trapisonda, porque los políticos en general son muy tramposos, muy bandidos, muy sin vergüenzas, descaradamente cínicos. En fin, una verdadera horda de truhanes manejando la Cosa Pública y haciendo el país como les viene en gana, de modo que puedan lucrarse ilimitadamente de ese poder que pocos de ellos merecen.
Mientras tanto la sociedad civil, los que no pertenecemos a grupos de poder, ya porque no hayan podido entrar en ellos o porque no nos interesa pertenecer a ellos, que somos las verdadera mayorías, estamos condenados a vivir bajo el imperio de las políticas que en contra vía de la razón, ejecutan a diario los seudopoderosos de turno, para someteremos a las consecuencias de sus torpes decisiones.
Hoy el país se encuentra mas polarizado que nunca. Un Centro Democrático, que ni es de centro, ni es democrático. Ese grupo parecido mas a una secta de fanáticos religiosos, es la antítesis de todo lo que representa la democracia: “democracia proviene del antiguo griego (δημοκρατία) y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los vocablos δῆμος (dḗmos que significa «pueblo») y κράτος (krátos, que significa «poder»)El historiador Plutarcoseñalaba que los geomoros y demiurgos, eran junto a los eupátridas, las tres clases en las que Teseo dividió a la población libre del Ática (adicionalmente la población estaba integrada también por los metecosesclavos y las mujeres). Los eupátridas eran los nobles; los demiurgos eran los artesanos; y los geomoros eran los campesinos. Estos dos últimos grupos, «en creciente oposición a la nobleza, formaron el demos». Textualmente entonces, «democracia» significa «gobierno de los artesanos y campesinos», excluyendo del mismo expresamente a los esclavos y a los nobles”. 
No, el Centro no es de centro, es de extrema, tampoco es democrático, es de derecha; si, la extrema derecha con un lobo disfrazado de oveja, que quiere seguir polarizando el país y estigmatizando a los que no están junto a el, dividiéndonos entre ellos, los pervertidísimos chicos buenos y, los otros, nosotros, a quienes quieren siempre estigmatizar como terroristas, solo porque no creemos en la bondad de sus políticas excluyentes, de su retorica ancestral que nos retrotrae al medioevo político, en el cual unos pocos burgueses y no pocos malandrines aburguesados, se cree el cuento de ser la gente buena del país, cuando la verdad , lejos están de serlo. 
La U, el liberalismo, el partido conservador, el Mira, entre otros, hacen parte de ese circo en que se convirtió el arte noble de la política para transmutarlo en una actividad de politiqueros, que no logran saciar sus apetitos voraces, su gula de poder, su lujuriosa concupiscencia con el mando, su perniciosa vida de inútiles que parecen estar trabajando, pero que en realidad maquinan desde sus posiciones privilegiadas para convertirse en amos y señores de comarcas enteras, en las que imponen su ley a las buenas o a las malas, gústele a quien le guste. Es la política rebajada a la mas despreciable de todas las prostituciones. Curules compradas, politiqueros que cambian puestos por sumas impensables en seres normales. Esuma, la degradación moral de toda una sociedad, por cuenta de unos sociópatas con apetitos muy desarrollados, autocritica anulada y visión real del mundo inexistente. 
 En la otra esquina están el Polo y los grupúsculos que van desde izquierda moderada, hasta siniestra extrema, punto en el cual se encuentra con la extrema derecha de la cual se vuelve indistinguible. Como los polos opuestos delos imanes que se atraen mutuamente con polaridades contrarias.
Los unos hablan de los 64 engaños de los diálogos de paz, y para hacerlo, engañan, usando el sofisma, con el que lo que dicen, parece cierto aunque no lo sea. Su líder, se burla de la justicia, pisotea la dignidad de la misma y se haceembolar en ella, demostrando el desprecio infinito que tiene por las instituciones, esas mismas que un día puso a su servicio para dar gusto a su gula insaciable.  
 Los otros hablan de los sapos que nos tenemos que tragar par alcanzar la paz. Y aunque es cierto que para lograrla nos tendremos que tragar algunos, no podemos hacerlo como pretenden, arrodillando a un pueblo entero, para desmovilizar a los farsantes mas grandes que ha tendí Colombia, los causantes de tantos males, los pregoneros de violencia , los violentos que quieren  paz y pretenden olvido. 
A todo ellos  hay que repetirles: Paz si, olvido no. Porque la paz construida sobre el olvido es un puente quebradizo de cascarones de huevos, que cubren un pozo séptico en el que hemos guardado por décadas todas nuestras purulencias como nación. No podemos tapar la sangre derramada por miles de colombianos decentes e inocentes, con capas de pintura que sirvan para esconder el cuadro dantesco que se esconde en nuestra realidad como nación. La paz solo se puede construir, con perdón, pero no con olvido, tiene que quedar en a memoria colectiva lo que significa la atrocidad de la guerra, la vergüenza del secuestro, la miseria del desplazamiento, la desventura del no futuro


COLOMBIA: REPÚBLICA BANANERA

REPENSANDO EL COTIDIANO
COLOMBIA: REPUBLICA BANANERA
Flavio Restrepo Gómez
Pensábamos que habíamos cambiado en algo nuestra historia repetida de errores y de horrores. Pero no era cierto. Aquí estamos, como hemos estado siempre, mucho mas solapados, infinitamente mas sofisticados, pero exactamente iguales, sin un solo atisbo de cambio en lo que es verdaderamente esencial.
Somos una Nación construida sobre los escombros que los conquistadores españoles, con el apoyo irrestricto de Isabel, la católica por supuesto, dejaron en el Nuevo Mundo. Una piara de presos lanzados a la mar, bajo el mando de Crisóforo Colombo, el marinero Genovés, que nació en Savona, en la República de Génova, hijo de Doménico Colombo y Susanna Fontanarossa. Fue en esa cuna, endonde comenzó nuestra desgracia como Nación y como pueblo.
Nos trajeron lo peor del viejo mundo, no para construir uno mejor, como hicieron los conquistadores anglosajones o galos, sino para poder arrasar lo encontrado, traer basura y llevarse nuestras riquezas. Que se las llevaron, si, pero no solo esas, sino que se llevaron nuestra dignidad, nuestra cultura, nuestra honra y nos dejaron una colonia, en la que convirtieron a los dueños verdaderos de la tierra, en instrumentos de trabajo, en dependientes de un reino al que culturalmente no los unía nada. 
«El reinado de Isabel fue uno de los más cruelmente bárbaros, en comparación con el cual las medidas represivas de María eran insignificantes. Y a este reinado, sucedió otro de igual crueldad, bajo Jacobo I ... El pueblo [en el tiempo de Carlos I] había sido formado en estos métodos crueles de sus gobernantes anteriores y llegó a ser tan feroz como sus reyes Enrique, Isabel o Jacobo». (Philip W. Powell)

Es a esa infortunada conquista, a la que debemos todos nuestros males y, la verdad sea dicha, poquísimos bienes. Por su cuenta tenemos este mestizaje del que tanto alardeamos, pero que es visto con recelo en el mundo entero, como tramposo, violento, sin tripas, sin escrúpulos, sin límites. En fin, una Nación levantada sobre la basura de otra Nación no menos sucia que la nuestra.
Pero no solo nos dejaron como un retrete en este país, lo mismo pasó en todos los que para su desgracia, cayeron bajo su dominio. Es el común denominador de Latinoamérica, exceptuado Brasil, conquistado por portugueses, las Guineas y unas cuantas islas en el atlántico que quedaron bajo el dominio de ingleses o franceses. El legado nefasto es sin duda alguna el subdesarrollo, la pobreza, la violencia, la intolerancia, la anarquía, el interés particular primando sobre el general. Una verdadera oda a la desigualdad. El imperio de la pobreza, cobijada en las naguas de una Iglesia que les servía con intereses amorales, para imponernos su escrúpulohipócrita y darle gusto a la burguesía que se estableció desde aquella época, que aquí hemos tenido burguesía pero no aristocracia.
 Hoy estamos ante una Colombia rodando por el desfiladero sin fondo de la desesperanza. Los violentos de todas las clases arrinconan a la población y le imponen el imperio de su comportamiento sin leyes.
Los mas aventajados alumnos de esa debacle han sido los políticos. Esa manada de corruptos, la mayoría, que los que no lo sonexceptúan y confirman la regla. Es a esos políticos y a sus políticas a las que debemos todas nuestrasfrustraciones. Ellos son con su corrupción, los padres de la violencia, los proxenetas de la corrupción, la fuente de nuestro subdesarrollo.
Seguimos siendo una república bananera, con todas las desigualdades, con todas las injusticias, con todas las llagasde un país que es tristemente celebre en el concierto internacional. Allí donde haya un colombiano, existe la posibilidad de que se encuentre un tramposo, un indolente, un mentiroso, un vivo, un individuo con malicia indígena para ganarse engañando y a cuento la vida, alguien que no es indígena por supuesto, pero que es muy malicioso, como si la malicia fuese una virtud y no un defecto.
Tenemos que barajar y repartir de nuevo, para entender que solo con el respeto al otro, con la aceptación de límites y la conciencia de lo que es honesto, diferenciado de lo que no lo es, podremos tener un país digno.
Solo cuando optemos por la no violencia, por el acuerdo pacífico de las diferencias, por la convivencia tranquila en medio de ellas, por la preocupación por el bienestar general sobre el particular, podremos comenzar a construir una Patria decente. Mientras tanto estaremos condenados al triste destino de ser un país paria en el mundo, visto con recelo por los que no son se aquí, tomado como referencia de corrupción, desigualdad y violencia.
Mientras tanto ese himno en el que dicen que ceso la horrible noche, no pasa de ser una cantata mentirosa, que no tiene nada que ver con nuestra realidad.