sábado, noviembre 10, 2007

¿COLOMBIA SIN FUTURO?




Es bien curioso y dá risa, encontrar en nuestra dedocrácia, la diferencia que hay y es bien notoria en los nombres que tienen los políticos.
Los liberales tienen nombres de Emperador o Rey. Para efectos de ejemplo citemos solo algunos: Alfonso, Cesar Augusto, Virgilio y Julio Cesar. Se les colaron algunos con nombre de bufon de corte como el caso de Ernesto.
De los conservadores cosa curiosa, tienen nombre de agregado, guachiman o campesino. Son ejemplo de ellos: Belisario, Andres y Misael, Laureano y el buen Marco Fidel.
En lo local no cambia, como si fuera la costumbre colocar a los liberales nombres ilustres y a los conservadores lo mismo dá. Para ejemplarizar tomemos los siguientes: Victor Renán y Luis Guillermo (con sus abreviaturas de VRBL y LGGH) por un lado y José Omar y Floro Arturo (con sus abreviaturas de JOYA y FAYA) por el otro.
Los independientes pertenecen a otra categoría: Viviane, Ingrid, Piedad...
¿Pero además del nombre cual es la diferencia? . NINGUNA.

Todos, con las exepciones que confirman la regla, pertenecen a la clase política, odiosa y centralista, que por culpa de la estupidez de Nuñez cuando dejo marcado para siempre este país con el estigma de la corrupción, estableció una nación de ficción: Colombia, con un poder político centralista y un poder administrativo descentralizado.
Es a esa estructura y solo a esa a la que se debe buena parte de la corrupción en que vivimos; a la que debemos la desigualdad y la brecha infranqueable entre la mayoría pobre y la minoría rica. Es a esa estructura y solo a esa a la que debemos la proliferación de la delincuencia, el mantenimiento de una guerrilla con renovados aires, el establecimiento de un paramilitarismo dominante. Pero sobre todo es a la que debemos la entrega de los valores nacionales por una clase política desprestigiada, abusadora y deshonesta.

La paz no se consigue con diálogos en Maguncia o el Cagúan; ni mucho menos en las puertas del cielo, cuando tenemos abiertas aqui las del infierno; ni con zonas de despeje, ni con persecución en caliente, ni con guerra en hirviendo o en frío. El único camino directo a la paz es el derecho al trabajo, a la educación, a la salud, a la vivienda, a una justicia recta y proba desligada de la política; a la participación en la vida diaría en igualdad de condiciones , sin discriminaciones étnicas y sin marginamientos de clase .

La guerra en definitiva, tiene como patrocinadores únicos:
A la desigualdad social que produce desempleo y hambre.
A la presencia permanente de hombres que se apoderan de la tierra de otros y producen el fenomeno de los desplazados por la violencia, que sobreviven en tierra de nadie.
Al estamento de defensa de las instituciones, que perdería su razón de ser y la necesidad de tan altos presupuestos, si no hay guerra y se establece la paz.
A los políticos que pescan en el rio revuelto de una sociedad marginada, arrinconada, comprable, porque ellos le han puesto precio.
A la guerrilla, que no tendría razón de ser en medio de La Paz y perdería el negocio macabro del secuestro, el tráfico de armas , el tráfico de drogas, el tráfico de muerte al por mayor y al detal.
Al narcotrafico, que le puso precio a todo, incluidas las conciencias y compra con el maldito dinero que produce su maldito negocio, estamentos enteros de la sociedad y de la política.
A los paramilitares, que nacieron de la necesidad de la ultraderecha todopoderosa y kukusklanesca, con el silencio compile del Estado, para poder mantener el poder usando la intimidación, el terror y el miedo.
A una ¨Sociedad civil¨ falsa, armada a conveniencia por el propio Estado. (¿ Quien ha dicho que Sabas Pretel de la Vega o Nicanor Restrepo Santamaria, son representantes de la sociedad civil? Nadie).

A todas estas, la que paga los platos rotos de una bacanal a la que no fué invitada es la verdadera Sociedad Civil. La conformada por todos los colombianos que no pertenecemos al estamento estatal, ni al guerrilero, ni al militar, ni al paramilitar, ni al de las mafias de narcotraficantes, ni al de los políticos.

La gente necesita: trabajo, educación, vivienda, salud. No necesitamos mas paz construida a ritmo de pas, pas, pas, granada, galil, minas quiebrapatas o sicariato infame, cobarde y aleve.

Necesitamos con urgencia: UNIDAD NACIONAL en una COLOMBIA SOBERANA; con DESCENTRALIZACION ADMINISTRATIVA; pero por sobre todo con DESCENTRALIZACION POLITICA. Y eso solo tiene un nombre que se llama COLOMBIA FEDERAL.

LA UNICA SALIDA QUE LE QUEDA A ESTA COLOMBIA
DESCUAJADA Y UTOPICA, PARA SER VIABLE Y EVITAR LA FRAGMENTACION, ES PARADOJICAMENTE LA FEDERALIZACION.



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