viernes, noviembre 14, 2008

POR LA SALUD DEL MAGISTERIO. QUIÉN DA MAS?



La contratación de los servicios de salud del magisterio en Colombia se han convertido en una maraña de corrupción, en la cual los maestros, ajenos a lo que pasa en las mesas de negociación, no saben que para las adjudicaciones se mueven millones de pesos. Eso no seria un problema mayor, si no fuese porque en esas negociaciones hay mas intereses económicos de los que un desprevenido pueda pensar y porque pone en evidencia el grado de corrupción que ha permeado todas las instancias de nuestra sociedad, sin excluir el gremio de los que suponemos están para formar a nuestros niños y jóvenes. Pero entre ellos especialmente los que han sido elegidos como representantes del sindicato del magisterio, que son los que terminan negociando con las empresas o uniones temporales que les ofrecen el servicio, la corrupción ha hecho aguas.
Como con casi todos los dirigentes de los sindicatos, las cosas suelen ser turbias y los intereses mezquinos. Es una verdad dolorosa, esa de que la gran mayoría de los lideres sindicales son mas corruptos que un político. Y eso ya es mucho decir.
Don Daniel Gómez, como le decían desde que comenzó su preparación para ser maestro, me contaba que era una vergüenza saber que los intereses de los sindicalizados del magisterio, están en manos de unos dirigentes que ellos mismos nombran y que utilizan esos puestos, eso decía el, solo para enriquecerse y ganar mucho dinero en las negociaciones de convenciones colectivas de trabajo.
Pero me decía que lo que mas lo indignaba, era la forma en la que muchos de esos dirigentes sindicales, venden sus votos y son determinantes para que los contratos de salud del magisterio queden en manos de empresarios que los llenan de dadivas y de prebendas, a cambio del voto favorable y la defensa férrea de sus sociedades contratistas. Me decía que eran muchos los millones de pesos con los que les compraban la conciencia. Aseguraba que no sabia quien era mas indigno, si el miserable que pagaba por el voto o el miserable que lo vendía. Yo opinaba que si así era, los dos eran igual de miserables.
Que algunas empresa utilicen prácticas corruptas para hacerse a una contratación, no es cosa que sorprenda a alguien. Que los dirigentes sindicales no estén preocupados por el bienestar de la gente que representan, tampoco puede sorprendernos, en un país en el que la corrupción es vista como una virtud de vivos y un negocios de inescrupulosos, que se aprovechan de los encargos que les han dado, para venderse al mejor postor, en el verdadero juego de la prostitución de todos los valores y de la subversión de todos los principios.
El poder acumulado por algunos lideres sindicales, solo les sirve para tener un precio caro por sus realizaciones baratas, con el cual la contraparte, aquella interesada en ganarse las contrataciones, pueden comprarlos para que apalanquen los negocios y se ¨ganen¨ en aparente, pero falsa franca lid, los contratos. Uno no entiende de donde salen los lujos, los carros costosísimos, la proliferación de oropeles y pertenencias que tienen algunos de estos sindicalistas, elevados a la condición de vende-sindicatos.
Es una desgracia para los maestros, me decía Don Daniel, saber que alguien que alguna vez fuera un congresista, sea hoy uno de los mas grandes empresarios de esta salud protituida y con precio que tenemos en Colombia, y que para ese negocio sucio se utilicen todas las formas de corrupción imaginables. Eso no es sorprendente, si tenemos en cuenta el grado de corrupción del que han hecho gala tantos de esos que ayer y hoy han sido llamados padres de la patria.
Pero mas desgracia, se quejaba, es saber que ese mismo ¨empresario¨, es un patrocinador fortísimo de un partido que con el apelativo de Democrático, se creó exactamente con el supuesto de combatir la corrupción, que era y sigue siendo tan propia y afecta a los políticos tradicionales. Quejándose me decía, que la política como está concebida en Colombia, no pasa de ser una herramienta de poder, que tiene precio, que es corrupta y que se disfraza de limpia, cuando la base de sus prácticas son un pozo séptico, en el cual, uno puede ver reflejadas todas las purulencias de un sistema político que no tiene ni control, ni controladores. Eso dice Don Daniel y no le faltan razones.
Continuo diciendo, lo que se esta vendiendo por parte de algunos lideres sindicales y comprando por los caballeros de industrias de la salud en Colombia, es nada mas y nada menos que ese principio fundamental al cual tenemos derecho los maestros. La razón por la cual hay quien la compre y quien la venda, es porque es un negocio inmensamente grande, en el que pocos se enriquecen a costillas de la plata de la salud de muchos.
A los médicos esto no les importa. La profesión médica se ha convertido por la indiferencia, en una simple mercancía que sigue reglas de mercado de oferta y demanda. Quién da más? Alguien da más? El resto parece no importar a un gremio que si fuese unido y hiciera valer su condición de ejecutor y no de intermediario, podría ser poderoso, pero que preocupado por una guerra de puestos y puesticos, no tiene hoy participación activa importante en su ya lánguida y desprestigiada unión de cuerpo. Eso que hace que los grupos sean fuertes y que es una falencia en nuestro sistema de formación médica.
En fin, terminó Don Daniel, los maestros tendremos que someternos nuevamente durante unos meses a los desplazamientos forzados, a tierras y ciudades que nos son desconocidas, trasladados en pésimas condiciones, mantenidos en otras ciudades en hospedajes de mala muerte, porque en el negocio de la salud es mas barato hoy desplazarlos Valle abajo, que prestarles atención en su lugar natural de atención, que tendría que ser, para los maestros de este departamento, la ciudad de Manizales.