REPENSANDO EL COTIDIANO
LA DISTOPIA DE LA PAZ EN COLOMBIA
Flavio Restrepo Gómez
Twitter: @FlavioRestrepo
@FrestrepoG
Acaba de pasar 1 semana agitada en Colombia.5 días en los cuales el Papa Francisco, visito Colombia. Se escuchan y leen opiniones, respetables por demás, desde ópticas diferentes. Desde los ateos mas recalcitrantes, hasta los ateos de medio pelo, esos que son ateos gracias a Dios, como jocosamente lo expresa un buen número de personas; pasando por los indiferentes, a los que ni les va, ni les viene, discutir temas religiosos, porque no hacen parte de sus preocupaciones. Una gran masa de gente que se supone tiene convicciones cristianas y son católicos, aunque muchos en la vida diaria, den un testimonio de realidad que contradice su creencia. Hasta llegar a los extremistas religiosos que hacen de la fe, un buen estandarte para justificar su pensamiento obnubilado, como el de todos los extremistas, que quieren meter a la fuerza unas convicciones que otros no tienen, so pena de someterlos al escarnio, cuando no a desmoronarlos a hierro y fuego, mas a fuego que a hierro, que en quemar son expertos, como si la religión en sus seguidores fanáticos, se nutriera todavía de los pirómanos que la ejercieron ha mucho tiempo ya.
Pero independiente de la respetable creencia de los unos o la falta de la misma de los otros, fue una semana que cambio por completo la rutina de nuestro acontecer. Recepciones multitudinarias, gente que se sintió realizada solo con verlo, otra que tuvo la fortuna de que los tocara, y no pocos de esos privilegiados que hay en Colombia, que están en todas las recepciones, como si esto fuera todavía un feudo, en el que pequeños burgueses se creen príncipes, merecedores de todos los derechos, que no son comunes a la mayoría de los colombianos.
El Presidente Santos contra viento y marea, contra la opinión de los manipulados políticamente y los que simplemente no le creen nada, ha realizado tres cosas que parecían imposibles: La paz con las FARC, que disgusta a tantos, que prefieren una buena guerra a una mala paz, a pesar de la demostración de la disminución de actos terroristas y muertes causadas por los actores del conflicto, Sin tener en cuenta la anhelada tranquilidad de un Hospital, el Militar, que antes se mantenía abarrotada de mutilados, testigos vivos de esa violencia sin norte y sin objetivo, cuando no de muertos por montones en todos los rincones de Colombia. Menos muertos que los que dejo el paramilitarismo, tan afín al gobernante que antecedió a Santos, pero muertes violentas, que arrasaban poblaciones y dejaban en la miseria comunidades enteras, sin consideración de tipo alguno.
Pero no solo eso, también gano el Premio Novel de la Paz, que aunque criticado por muchos, representa en el mundo el mas alto galardón con el que se premia a una persona en este desordenado planeta. De eso también se hizo una verdadera orgia de especulaciones, para tratar de decirnos que lo compro. Como haya sido, es muchísimo mas importante que ser el Gran Colombiano, del canal History Channel, que se elige con votos de los seguidores del elegido.
Y para rematar viene el Papa Francisco, para darle un espaldarazo a la paz. Quienes oyeron sus sermones en los distintos actos que oficio, pueden decir lo que quieran con respecto a si creen o no en eso, pero no pueden negar, que vino en defensa de las victimas, en la procura del rescate de los mas necesitados, en el camino de dejar un claro mensaje de reconciliación y de perdón, necesarios en toda sociedad que quiera vivir con dignidad y sin sobresaltos inesperados, causados por las ráfagas de muerte al por mayor y al detal que se causaron en Colombia, por cuenta de los insurgentes, los paramilitares y por el propio Estado, con sus grupos no controlados con los que logran cegar la vida de colombianos, que no tienen como defenderse de esa aplanadora letal e inmisericorde. Para eso están los millones de desplazados, los falsos positivos, en la que perdieron la vida humildes jóvenes que murieron infamemente, porque “"No fueron a coger café, iban con propósitos delincuenciales y no murieron un día después de su desaparición, sino un mes más tarde", como lo dijo sin sonrojarse el expresidente “Cizaña”.
No sabemos en que va a terminar, este camino emprendido en procura de la paz, nadie puede garantizarlo, pero hacer el esfuerzo por conseguirla, vales todo y merece que se adelanten las gestiones, porque si se logra, lograremos el mas precioso y desconocido bien que puede tener el ser humano, que es el de vivir en armonía, aun en medio de las diferencias, disminuyendo las franjas de desigualdad hoy verdaderos abismos, para que la mayoría puedan salir efectiva t no retóricamente de la pobreza en que viven, tener las mismas oportunidades que deben ser comunes a todos los colombianos, para que noseana las condiciones de pobreza y desigualdad social las que los mantengan sin esperanza en el fondo del precipicio, esperando la determinación de algún político o gran industrial sensato y con dignidad, que son tan escasos, como es escasa la dignidad y el pudor entre ellos mismos.
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