domingo, noviembre 11, 2007

INTIMIDACIÓN POLITICA

El Presidente de la República de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, salio corriendo Putumayo arriba. Lo hizo menos rápido de lo que se podía esperar en un hombre tan ¨velez¨ como el, a pesar de tener, todo el aparato estatal a su servicio. Porque para gastarse el presupuesto en lo que el llama estar ¨permanentemente en campaña¨, ha sido mas rápido en todas las otras ocaciones, y mas botaratas también.
En verdad, la actuación del ¨Gran Hermano¨ antioqueño, es entre esas comedias insuperable. Perfecta representación del papel, cuando fue a hacer el ejercicio mediático que ha hecho desde que es candidato a la Presidencia de la República, hace ya casi 4 años, porque hasta ahora, la verdad sea dicha ha sido el candidato mas constante que jamas haya tenido el país.
No importa que no gobierne, que no haya empezado a gobernar, ni a gastarse esa golosina con la que tanto se pavonea y empalaga llamada popularidad, que en verdad, salida de sus seguidores, es lo único que se mantiene bien en Colombia desde que el es Presidente. No importa que perdamos todo un periodo en micro política, ese arte de mago con el que resuelve algunas docenas de problemitas que no necesitarían de su intervencioncitas, porque son tan pequeñitos que la gente solita puede hacerlo mejor. En diminutivos, que así es como a el le gusta la política.
No importa que no se preocupe por los macro problemas del país, que con estar preocupado de las cositas que a el le gustan y por los detallitos que el controla, el tiene convencida a mucha gente de lo bien que gobierna, cuando en realidad lo que hace es ofrecer su candidatura, recorriendo el país como lo hacían en otras épocas los circos de pueblo o los corredores de la vuelta a Colombia. Cuando la vuelta era vuelta por supuesto y los corredores eran otros, la sudaban y no mentían.
El presidente hizo gala de su mejor estilo mediático y con ese dedo señalador que lo caracteriza, metió al periodista de la cadena BBC, Holman Morris, en un gran lío, cuando haciendo gala de esa inmediatez y superficialidad que ha utilizado cuando ha ido a hablar en los ¨reality¨ de las cadenas de televisión dijo: “Yo respeto las libertades y garantías del periodismo, pero me preocupa que el periodismo tenga alguna comunicación con el terrorismo''.
En un país como Colombia ese señalamiento es lo bastante peligroso, tan peligroso, como poner una sentencia que lo marcara y lo puede convertir en objetivo militar de los grupos paramilitares. Pero eso al Presidente parece no importarle. El que tiene mas vidas que el gato, y ha salido bien librado, dice de mas de 17 ataques que le han hecho, no tiene porque estar enterado de lo peligroso que es en Colombia hacer ese tipo de afirmaciones.
El asunto no es discutir el riesgo del periodista, que para averiguar eso tendrán tiempo las agencias internacionales y las organzaciones defensoras de los derechos humanos y la Sociedad Interamericana de Prensa, que le gustan tan poquito al Presidente. El problema es ahora, tratar de entender que hay escondido detrás de ese mensaje cifrado del Presidente.
Si el periodista por haber estado cubriendo una noticia, que creía tenia importancia en este mundo, en el que somos vistos como parias, es considerado por el Presidente como auxiliador, facilitador o simpatizante del terrorismo, entonces en Colombia estamos evidentemente frente a un régimen terrorista , disfrazado con los ropajes de una democracia que usurpan a diario y de una libertad en cuyo nombre dicen hablar para justificar la guerra.
No se puede intentar tocar el tema de la pérdida real de los mas elementales derechos que supuestamente tienen los ciudadanos, como es el derecho irrenunciable a la vida, tutelado en nuestra CN y en peligro por la arremetida de los violentos y por la contra arremetida de los contraviolentos, que paradójica e increíblemente utilizan las aparentemente distintas pero iguales, maquinarias productoras de violencia que son aterradoras factorías de muerte, sin certificado de existencia.
Cuando el presidente señala como auxiliadores del terrorismo a los periodistas que escriben o dicen lo que el no quiere que sea dicho o escrito, lo menos que uno puede preguntarse es, si en el orden de ideas del Presidente, cuando asume que quien cubre una noticia de terror, es terrorista, por estar en contacto con actores del terrorismo, entonces que son los funcionarios del gobierno, con el Presidente a la cabeza, que mantienen desde hace ya tres años estrecha relación con ellos, para reincorporarlos, según dicen, con la Ley de Alternatividad Penal, impune programa bandera de este gobierno?
Nos preocupa a muchos colombianos, evidentemente a los que no le creemos a las ¨bondades¨, que creemos falsas y sofisticadas del Presidente Uribe y de su programa de Seguridad Democrática, que se pueda interpretar con los argumentos del Primer Mandatario como una forma sofisticada de hacer terrorismo de Estado. Utilizando sus propias palabras, podemos fácilmente parodiarlo y decir, como el dijo: Nosotros respetamos las libertades y garantías del Presidente, de su Comisionado para la paz, de su Ministro de Justicia, de su Ministro de Defensa, pero nos preocupa que todos ellos tengan tanta comunicación con el terrorismo.
Solo podemos esperar que los que no hacemos parte, ni queremos ser espectadores de esa obra de teatro donde hay muchos actores del conflicto, que los que no creemos que la violencia del Estado sea la solución para la violencia de los insurgentes y paramilitares, nos podamos mantener al margen de la violencia impuesta por los grupos al margen de la ley y de la contraviolencia que producen las instituciones armadas del Estado.
En definitiva la muerte, el desprecio absoluto por la vida, la apología que se hace a diario a la política de guerra, nos muestran que tenemos un luchador aguerrido y no un estadista sensato conduciendo el país.




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