"El Presidente Uribe tiene una inteligencia superior"
José Obdulio Gaviria
(...Superior a la de su hermano Santiago, digo yo)
El presidente dejó bien sentada su posición frente al asunto de la droga. La dejó muy bien sentada pero muy mal parada, en contra vía de todos los esfuerzos que se hacen en el mundo civilizado, para controlar el flagelo que tiene la droga sobre las sociedades, los jóvenes y el mundo.José Obdulio Gaviria
(...Superior a la de su hermano Santiago, digo yo)
El presidente Uribe dio muestras de esa gran cultura que cree le es tan característica, y que cree también, lo hace muy superior al resto de los mortales. Es que gracias a esos destellos de cultura sin par, de los que hace gala y que son tan escasos en Colombia, es que uno no puede mas que quitarse el sombrero, e inclinar la cabeza ante este hombre ecuánime y pausado que es el señor presidente de la república.
Si. Quitarse el sombrero. Pero quitárselo para taparse la cara por la vergüenza que causan las declaraciones de un hombre que suponiéndose superior, maneja un país, como si estuviera manejando una finca, y agachando la cabeza, porque da vergüenza comprobar como esa superficialidad en su pensamiento. Dio muestras de que por no conocer las causas, ni al parecer haber estudiado el problema, ni mostrar entender las verdaderas dimensiones que tiene, él cree que es con represión en los afectados y no con controles en los comercializadores como se soluciona el flagelo de la droga y de la drogadicción. Pocas veces habíamos escuchado y leído una posición mas equivocada.
El presidente pontificó la semana pasada, dijo que se debe penalizar el consumo personal y dio una muy ¨profunda¨ y bien ¨elaborada¨ explicación. Sin pensar en la falta de fondo de sus argumentos, no creyó estar demostrando que no conoce bien el tema y de paso hablar de el de forma infortunada. Opiniones que parecen pero no son de poca monta, cuando se tratan del bienestar colectivo.
Según el Tiempo, Uribe dijo que va a insistir en una reforma que el intento promover en un referendo en el año 2003. La penalización de la dosis personal, que ya fue materia de estudio en nuestra jurisprudencia, por hombres preparados y sensatos. Las palabras del presidente fueron: "Soy partidario y asumo la responsabilidad de buscarle alternativas de sanción a la dosis personal de droga". Y con esas palabras dichas al amparo de su dignidad presidencial, las personas que le oían entraron en éxtasis y se conmovieron cuando se dieron cuenta del insostenible peso de las razones esgrimidas por el Presidente,. El presidente candidato a presidente. Una manera de ver el problema que es sorprendente, si se tiene en cuenta que hasta ahora, ha dado muestras de ser hombre de guerra, y que en este caso confunde los males con las causas de los males.
Pero, como si lo anterior fuera poco, el presidente en su campaña proselitista, en la que vuelve a prometer una cantidad de cosas que no ha cumplido y que no va a cumplir, dijo: "las tareas de prevención, educación y rehabilitación son tareas que deben permanecer, pero son más eficaces cuando hay sanción a la dosis personal que cuando no la hay".
Uno se pregunta ¿Esto lo dijo cómo Presidente o cómo candidato? Porque si lo dijo como Presidente, no sabe de lo que está hablando, pero si lo dijo como candidato, no sabe cual es la real magnitud y la verdadera causa del problema. En cualquiera de los dos casos, no le vendría mal estudiar mas sobre el tema, para no seguir hablando sin razones de peso sobre algo tan importante.
Uribe se comprometió además a presentar un proyecto de reforma constitucional en ese sentido el próximo 20 de julio ante el Congreso. Lo dijo el mismo día en que Carlos Gaviria quien defendió en la Corte Constitucional la despenalización de la dosis personal cuando fue magistrado, estaba de ronda por Barranquilla, en campaña proselitista. El le preguntó a la gente qué si estaba de acuerdo con meter a la cárcel a un ser humano, víctima, que por algún motivo consume una droga? La respuesta que le dieron fue un rotundo no.
La razón es muy simple. La justicia debe perseguir al expendedor y no al consumidor. El primero es un victimario. El segundo una víctima. Al segundo hay que cuidarlo, ayudarlo, darle programas de rehabilitación que lo ayuden a salir de la cárcel donde tiene el alma cautiva y vuelve su vida miseria. La propuesta del presidente, con los razonamientos que hace, son tan estúpidos, como decir que hay que sancionar a las putas y no a los proxenetas; o sancionar a los desplazados y no a los que los desplazan; o sancionar a todas las víctimas de la violencia y no a los violentos; o sancionar a los que caen en las trampas de la corrupción y no a los corruptos; o sancionar a los ingenuos y no a los tramposos; o sancionar a los que escuchan mentiras y no a los mentirosos.
Hacer énfasis en semejante propuesta, en su poco valor real pero su mucho valor punitivo, con no mas argumento que el de la represión, es un insulto a la razón, en una Colombia que tiene legalizado el emporio del mayor flagelo de la sociedad que es el alcohol, sin que se haya manifestado el presidente sobre lo que produce la industria del licor y el comercio del mismo, exclusiva del Estado.
Increíble que un Presidente quiera penalizar a las víctimas de la droga, en un gobierno que tiene benignísimo comportamiento con los narcotraficantes y asesinos y ha despenalizado casi por completo todos los crímenes de los paramilitares.
La propuesta es absurda, tanto como pretender penalizar a las los 172 niños violados y asesinados por Luís Alfredo Garavito Cubillos, según su propia confesión y no al que los violó o mató. ¡Que genio el de Uribe!
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