¨PROHIBIDO HACER LA U¨

Jorge Enrique Pava, ¨El demente aguda¨, escribió el viernes 2 de junio de 2006, en la página 5 de La Patria, una perorata desarticulada bajo el título: ¨Adelante, Alcalde¨. El desorden en tiempo y espacio con que escribe, hacen difícil comprenderlo. No se si lo hace desde el pasado, el presente o el futuro, en ese sancocho de tiempos gramaticales que usa. Esa forma de escribir puede ser el resultado de la ¨mente aguda¨ que ha demostrado tener. Aguda digo, en el sentido literal de la palabra, que nos habla de ángulos cerrados, menores al recto y que dan visiones muy simplistas y muy ¨cacho-cerradas¨ del mundo y su acontecer. Tiene tan enredado el concepto del tiempo, como el de la evaluación que desde su muy estrecha y ¨aguda¨ mente hace de las cosas y de las personas.
En el comentario, sobre los que el considera ¨mentes obtusas¨(sic), nos dijo tontos, tardos de comprensión, lentos, lerdos, retardados e incapaces. Lo dijo no solo de mi, sino de otros, entre los que no excluye a aquellos que no sean, como el los llama, ¨Manizaleños raizales¨.
Imaginando tener inteligencia tan aguda, asegura que los ciudadanos como un todo, han encontrado en el Alcalde ¨gomelo¨, un hombre dispuesto a convertirse en un ¨perenne luchador¨(sic). Como quien dice, lo quiere tener como burgomaestre a perpetuidad y eternizado, como un anticipo reeleccionista inconsciente, al que sin duda le apuntarán desde los puestos del poder.
Además de puntiaguda, su mente cerrada, es cambiante y entregada. Es el problema de los que creyendo ser libres, demuestran tener alma de esclavos. Este ¨agudo¨ problema no es exclusivo del contador. En efecto, son muchos los que nos han gobernado con áulicos pregoneros, tan ¨agudos¨ como el.
No son pocos los que con ese escaso bagaje intelectual, satanizan y dividen entre: buenos y malos, diarreicos y lechosos, puros y corruptos, agudos y obtusos, posando de cultos y convirtiéndose en verdugos, con la nostalgia que guardan de las guillotinas, con las que cercenaban las cabezas de quienes no estaban de acuerdo con ellos. Para eso, utilizan la fuerza de una pluma como la hoja tosca y amellada de un azadón. Este tipo de personajes está descrito con excelsa similitud, en el ¨El bailarín¨ de Milán Kundera
Pero eso no importa. Los aludidos, debe imaginar él, estamos tratando de escondernos, por la vergüenza que piensa nos produce esa sentencia, salida de un hombre que debe juzgarse a si mismo como juicioso, imparcial, equilibrado y superior. No me trasnochan las críticas cuando salidas de los que se convierten a golpe de estulticia, en áulicos de intereses personales, escondidos con sofistería debajo de los discursos incendiarios, en los que hay mucho ruido y pocas nueces.
¨¡Adelante, Alcalde!¨ parece una invitación inocente, pero no lo es. Al contrario, ella está llena de una manera soterrada, inconsciente e hipócrita de decirle a los manizaleños que tienen, ¨una planeación excelente, que permite ver a Manizales, en pocos años¨(sic) mejor que hoy, pero que necesita regresar al ayer para ser el ¨Oasis¨ que asegura antes fue (…?). La historia queda así dividida, en ese ejercicio estulto de ver en futuro, lo que todavía no ha sido en presente.
No para en eso al afirmar, que al fin tenemos ¨un Alcalde dispuesto a entregar todo por concretar un futuro cierto y venturoso para Manizales¨(sic) (…?), porque dice que su Alcalde, no tiene obligaciones, aunque pueda tener disposiciones. ¡Tamaña majadería!
Además dice: ¨el Concejo de Manizales ha asumido una actitud que sorprende por su sensatez y la efectividad de sus decisiones¨(sic). ¿Son entonces los concejales sensatos cuando le dan gusto e insensatos cuando se lo niegan? ¡Inmensa necedad!
Los eleva a la cima cuando los adula, para tirarlos por el desfiladero, cuando dice claramente que esta vez, lo han hecho ¨sin esperar ni exigir contraprestaciones¨(sic) (…?). Y exclama: ¨!Eso es grandeza!¨.
¿Cuál grandeza? ¿No es acaso obligación de los Concejales elegidos por los ciudadanos, trabajar de acuerdo a los mandatos para los que los eligieron? Eso, no pasa de ser el cumplimiento del deber y hacer el trabajo que se les encomendó, que para eso les pagan bastante por cierto. Por eso dice, y sin querer, dice lo cierto: ¡¨eso no es gratuito¨!
Escribe ¨el agudísimo¨, que ¨los congresistas desinteresadamente, le apuestan a una ciudad¨(sic)(…?). Como si les pagáramos para que apuesten y no para trabajar, y como si no estuvieran obligados a hacerlo, sin un interés distinto a cumplir con el trabajo que se les encomendó. ¡Inaceptable ingenuidad!
El Alcalde Rivas, a pesar del ¨Adelante, Alcalde¨, está en mora de cumplir el compromiso del Hospital de Caldas, público y universitario, que prometió abrir en los primeros 180 días. Lo abrió, pero al día de hoy, burlando su promesa, sigue funcionando con lo mismo que tenía antes, durante y después del cierre. ¿Así cumplirá las promesas de ¨veintiuna obras¨(sic) que le recuerda el ¨agudo¨? ¡Estamos llevados!
Si el futuro es devolverse al pasado, que como sabemos fue Barco-Yepista, entonces el ¨agudo¨ tiene nostalgias de la coalición de Omar, Víctor Renán, Arturo y Ferney. ¡Quien lo creyera!
Entonces no estoy equivocado cuando de una forma que el ¨agudo¨ encuentra obtusa, he creído que la U, no señala un nuevo movimiento político, sino la consolidación de una obra de gobierno, apuntalada en una señal de transito, que sirve para devolverse.
Sólo por eso creo que debemos gritar al unísono: !Prohibido hacer la U!
Al ¨agudo¨ le sugiero contactarse con Julio Cesar García Vásquez, el ingeniero electricista que realizo ¨la investigación sobre la ascendencia del Primer Mandatario¨ (El espectador. Semana del 4 al 10 de junio de 2.006. Sociedad, página 9ª) De pronto encuentra parentesco con Zeus, Hércules, Aquenatón, Nefertiti, Heródes, Calígula, Nerón, Atila, o con un hijo de un hijo de María, la Magdalena, por supuesto.