Ha comenzado el descalabro ministerial. Es ahora inocultable el clima del sálvese quien pueda en el actual estad o del Estado. No estaba la gente repuesta de la dura jornada electoral, cuando se le vino encima, eso que los brasileros llaman con buena dosis de saber popular ¨la destorcida¨. El súper-ministro renunció, como era previsible ocurriría, mas temprano que tarde. Ahora tiene que dedicarse a defender una causa perdida. Una causa en la que pocos creen, que es la de su honorabilidad en entredicho y muy cuestionada por cierto.
La tiene que defender básicamente por dos razones. Para sacar a flote su verdadero valor interior, so pena de pasar a la historia como el mas descarado y cínico de los ministros de Justicia, que nuestro país haya tenido. Pero además, la tiene que defender, para tratar de no hacer evidente la torpeza del Presidente Uribe.
Tarea difícil para alguien que demostró en un año, ser persona de inteligencia menos práctica y pragmática de lo que parecía. Se mantuvo inamovible su condición de pedante, en la imágen de un hombre que tiene la digestión intelectual difícil. Si para la compra de las acciones por 9 mil millones de pesos, operación ilegal por la que fue ya sancionado, le demuestran que utilizó una condición laboral que no tenía y un poder de crédito irregular, entonces estamos ante la posibilidad de un enriquecimiento ilícito, claramente tipificado en la jurisprudencia colombiana. Es probable que pueda defenderse con leguleyadas, pero es muy poco probable que pueda convencer a la gente de la inocencia de su acción.
Valdría la pena a todas estas preguntar, si el Ministro Londoño ha pagado los impuestos por los activos que en un momento tuvo, impuestos que en el actual estado de cosas bordearían los 3.500 millones de pesos año, sin contar con la valorización de las acciones que él mismo se encargó de reconocer eran suyas y cuanto valían, cuando en el Congreso de la República, dijo un día, que él las devolvía, si alguien pagaba por ellas los cerca de 200.000 millones de pesos en que estaban avaluadas. Cualquier colombiano tributaria por eso algo así como 70.000 millones al año por impuestos de renta, sin contar con los que tendría que pagar por patrimonio. Podemos preguntarnos: Donde esta la mano cobradora, coactiva de la DIAN, y donde fueron a parar los perros casi hidrofóbicos que sirvieron de propaganda cuando estaba al mando la señora Fanny, la que después fue Embajadora en Canadá, para hacerles de ¨chepitos¨ al ministro? Donde esta el proceso de cobro coactivo que la DIAN inicia cuando alguien no paga los impuestos?
Probablemente si el fuera el abogado de la petrolera, contra un tercero distinto a el mismo, el Estado tendría las de ganar, pues el, con el arma de su hermenéutica jurídica, demostraría sin lugar a dudas, la tropelía y la felonía que se utilizaron para hacerse a ese paquete accionario, en detrimento del patrimonio del Estado. Si eso se demuestra, el Presidente Uribe estaría frente a la mas dura, casi insalvable prueba de credibilidad de un pueblo, que todos los días ve mas perdida la esperanza en un hombre que prometió mano dura y corazón blando.
Como si fuera poco golpe para la prometida estabilidad ministerial, imposible de cumplir por demás, sobra decirlo, presentó renuncia irrevocable la Ministra de Defensa, dando a entender que la situación es mas caótica de lo que la gente supone y el Presidente deja ver. Porque aunque la renuncia haya sido en domingo y el puesto hoy ya este cubierto, lo cierto es que hay un clima de intranquilidad entre la gente, que se pregunta que pasa al interior de un Gobierno, que se desmorona día tras día.
Todos los colombianos y la prensa extranjera, hemos sido testigos de las múltiples ocasiones en las que el Presidente tiene que reconocer públicamente que se equivocó. Se equivoca con los políticos con quienes gobierna, con los que conversa, con las declaraciones que da, con los discursos inflamados que lee y que necesita corregir. Con las palabras agrias que necesita recoger, con las frases tolas que necesita enmendar. En fin estamos frente a un Presidente que tiene que hacer muchas correcciones, porque es muy primario, muy bravo y con menos control del que se cree.
Pero pienso que eso no es una sorpresa si uno ve detalladamente su fisonomía. Un hombre cuidadosamente pulcro, con ademanes impostados y poco naturales, no es confiable. Cuando uno lo ve sin anteojos, se puede dimensionar lo que se esconde detrás de su verdadera y no disimulable fisonomía. Esa cara, ese ademán, no son los del ¨boy scout¨ siempre listo, que aparenta ser. En esas facciones se muestra un hombre duro, inamovible, no conciliador, autocrático, guerrero y conflictivo. Revisen las fotos sin anteojos del Presidente para que con cuidado lo miren para que lo vean.
Solo nos falta hora esperar lo que cause la desacertada escogencia de Sabas Pretel de la Vega, quien tiene pendientes explicaciones judiciales por el negocio del Banco de Caldas, en el que perdieron estúpidamente la plata tantos comerciantes de Colombia.
Definitivamente un Presidente para demostrar la transparencia de su política, debe escoger personas acrisoladas, que tengan la transparencia de una ventana sin vidrio y que no tengan que perder el tiempo en los laberintos de los juzgados, explicando los desastres económicos que bajo su mando se produjeron. O acaso será buena carta de presentación, decir que el Ministro de Justicia, no ha podido explicar satisfactoriamente, la pérdida de millones de pesos de los accionistas, en un Banco que desapareció, como por arte de magia sin que hasta ahora nadie, ni siquiera el mago haya respondido por eso?
La tiene que defender básicamente por dos razones. Para sacar a flote su verdadero valor interior, so pena de pasar a la historia como el mas descarado y cínico de los ministros de Justicia, que nuestro país haya tenido. Pero además, la tiene que defender, para tratar de no hacer evidente la torpeza del Presidente Uribe.
Tarea difícil para alguien que demostró en un año, ser persona de inteligencia menos práctica y pragmática de lo que parecía. Se mantuvo inamovible su condición de pedante, en la imágen de un hombre que tiene la digestión intelectual difícil. Si para la compra de las acciones por 9 mil millones de pesos, operación ilegal por la que fue ya sancionado, le demuestran que utilizó una condición laboral que no tenía y un poder de crédito irregular, entonces estamos ante la posibilidad de un enriquecimiento ilícito, claramente tipificado en la jurisprudencia colombiana. Es probable que pueda defenderse con leguleyadas, pero es muy poco probable que pueda convencer a la gente de la inocencia de su acción.
Valdría la pena a todas estas preguntar, si el Ministro Londoño ha pagado los impuestos por los activos que en un momento tuvo, impuestos que en el actual estado de cosas bordearían los 3.500 millones de pesos año, sin contar con la valorización de las acciones que él mismo se encargó de reconocer eran suyas y cuanto valían, cuando en el Congreso de la República, dijo un día, que él las devolvía, si alguien pagaba por ellas los cerca de 200.000 millones de pesos en que estaban avaluadas. Cualquier colombiano tributaria por eso algo así como 70.000 millones al año por impuestos de renta, sin contar con los que tendría que pagar por patrimonio. Podemos preguntarnos: Donde esta la mano cobradora, coactiva de la DIAN, y donde fueron a parar los perros casi hidrofóbicos que sirvieron de propaganda cuando estaba al mando la señora Fanny, la que después fue Embajadora en Canadá, para hacerles de ¨chepitos¨ al ministro? Donde esta el proceso de cobro coactivo que la DIAN inicia cuando alguien no paga los impuestos?
Probablemente si el fuera el abogado de la petrolera, contra un tercero distinto a el mismo, el Estado tendría las de ganar, pues el, con el arma de su hermenéutica jurídica, demostraría sin lugar a dudas, la tropelía y la felonía que se utilizaron para hacerse a ese paquete accionario, en detrimento del patrimonio del Estado. Si eso se demuestra, el Presidente Uribe estaría frente a la mas dura, casi insalvable prueba de credibilidad de un pueblo, que todos los días ve mas perdida la esperanza en un hombre que prometió mano dura y corazón blando.
Como si fuera poco golpe para la prometida estabilidad ministerial, imposible de cumplir por demás, sobra decirlo, presentó renuncia irrevocable la Ministra de Defensa, dando a entender que la situación es mas caótica de lo que la gente supone y el Presidente deja ver. Porque aunque la renuncia haya sido en domingo y el puesto hoy ya este cubierto, lo cierto es que hay un clima de intranquilidad entre la gente, que se pregunta que pasa al interior de un Gobierno, que se desmorona día tras día.
Todos los colombianos y la prensa extranjera, hemos sido testigos de las múltiples ocasiones en las que el Presidente tiene que reconocer públicamente que se equivocó. Se equivoca con los políticos con quienes gobierna, con los que conversa, con las declaraciones que da, con los discursos inflamados que lee y que necesita corregir. Con las palabras agrias que necesita recoger, con las frases tolas que necesita enmendar. En fin estamos frente a un Presidente que tiene que hacer muchas correcciones, porque es muy primario, muy bravo y con menos control del que se cree.
Pero pienso que eso no es una sorpresa si uno ve detalladamente su fisonomía. Un hombre cuidadosamente pulcro, con ademanes impostados y poco naturales, no es confiable. Cuando uno lo ve sin anteojos, se puede dimensionar lo que se esconde detrás de su verdadera y no disimulable fisonomía. Esa cara, ese ademán, no son los del ¨boy scout¨ siempre listo, que aparenta ser. En esas facciones se muestra un hombre duro, inamovible, no conciliador, autocrático, guerrero y conflictivo. Revisen las fotos sin anteojos del Presidente para que con cuidado lo miren para que lo vean.
Solo nos falta hora esperar lo que cause la desacertada escogencia de Sabas Pretel de la Vega, quien tiene pendientes explicaciones judiciales por el negocio del Banco de Caldas, en el que perdieron estúpidamente la plata tantos comerciantes de Colombia.
Definitivamente un Presidente para demostrar la transparencia de su política, debe escoger personas acrisoladas, que tengan la transparencia de una ventana sin vidrio y que no tengan que perder el tiempo en los laberintos de los juzgados, explicando los desastres económicos que bajo su mando se produjeron. O acaso será buena carta de presentación, decir que el Ministro de Justicia, no ha podido explicar satisfactoriamente, la pérdida de millones de pesos de los accionistas, en un Banco que desapareció, como por arte de magia sin que hasta ahora nadie, ni siquiera el mago haya respondido por eso?
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