miércoles, mayo 13, 2009

“EL BESO DE URIBE, EL ISCARIOTE “

REPENSANDO EL COTIDIANO 

“EL BESO DE URIBE, EL ISCARIOTE

  

 

La prensa le ha hecho un gran despliegue, a las palabras pronunciadas por el presidente Álvaro Uribe, quien quedó muy conmovido, casi llora, y se mostró muy emocionado, casi llora, cuando sin que pudiera creerlo, después de esperar  para que le aceptaran la audiencia, lo fotografiaron de rodillas, besando la mano del Papa Benedicto.

A pesar de las fingidas genuflexiones de Uribe, no sabemos, si Benedicto, después de acabada la audiencia, se fue al baño para lavársela, echarse desinfectante y vacunarse contra la rabia, porque un beso de Uribe es muy peligroso, contamina con la rabia que lleva crónicamente en su pecho. Es lo mas parecido que hay a un beso de Judas. Y eso hasta Benedicto lo sabe. Comparación injusta, para con el pobre Judas…

Decía Uribe, que lo conmovía profundamente besar al Papa, que le conmovía profundamente el corazón y le producía una gran emoción. Es esa la emoción, imagino, que sienten los hipócritas, que hacen genuflexiones ante el “Representante de Dios en la tierra”, porque juran en voz alta que son files cristianos, aunque violen a diario, el quinto, que no el único, de sus mandamientos: “No Matarás”.  Y es que “no matarás” incluye para cualquier persona sensata y cuerda, el no mandarás matar, por ninguna razón que crea es razonable, aunque matar sea el acto mas poco razonable que puede justificar un ser humano.

Como si las bendiciones o los besos en las manos de Benedicto, dados por los  que diciendo creer en Dios, hacen todo lo contrario de lo que Jesús enseñó, que no otra cosa que el amor y la paz, pudieran quitarle la sangre de que están manchadas,  o hacerle mas llevadero el pecadillo de convertir la guerra en una política, con la cual se mata a diestra y a siniestra; mas con la siniestra, obviamente, que para esos oficios  es muy diestra y está muy bien “a-diestra-da”.

 “No mataras”, Uribe: “No mataras”. Ese es el mandamiento. No hace excepciones, ni para dictadores declarados, ni para dictadorcillos camuflados, ni para presidentes posesionados o en vías de posesionarse de nuevo, para quedarse otros cuatro años y seguir mandando matar, que la muerte es el eje medular, al rededor del cual gira la sofisticadamente mentirosa “Seguridad Democrática”.

No permite la Tabla de los mandamientos, que sea interpretado, ese  en especial, por cada uno a su gusto.  De manera que con el peso del pecado grave, y sin verdadero acto de contrición, la sensación de compungido y emocionado que sintió el Presidente, es bien comprensible, pero es muy hipócrita.

Y como la conducta frecuente entre los hipócritas y fariseos, es la de hacer actos de contrición de los que se olvidan casi de inmediato, se fue, después del beso, lanza en ristre contra un periodista, que lo cuestionaba sobre su política, dando como respuesta, eso que el domina como un arte muy bien aprendido, pero muy mal intencionado, de desviar lo importante, con su talante de buscar los problemas de otras naciones, como si la gente de otra nación fuera la responsable de las locuras, cometidas en sus países por personajes que en poco se diferencian del propio presidente Uribe. La platea aplaude la aparente agilidad mental, pero la verdad, nada menos inteligente que ser incapaz de asumir la responsabilidad de sus política y defenderlas como lo haría un  hombre que dice la verdad y es franco y sobre todo que tenga razón.

Es mucho pedirle al Mesías de Salgar, acostumbrado como está, a hacer ejercicios mediáticos, en los que diciendo mucho, no dice nada, ejercicios en los que su dedo indicador, siempre tiene a alguien al frente para amenazar, advertir o culpar de cualquier cosa, olvidando, que cuando eso hace, tiene otros tres, doblados que lo señalan a él, apuntándolo, haciendo cierto eso que dijo el patrón del hombre ante el cual se arrodilló compungido: Antes de mirar la paja en el ojo ajeno, observa la viga que tienes en el propio.

Uribe, embelesado con “arrasar al enemigo”, hace una apología a la guerra, por mucho que sea democráticamente elegido y que parezca estar en la constitucionalidad. Será que los muertos de la seguridad democrática de Uribe, se pudren distinto a los de la contraparte? Será que las víctimas de este Estado matón, al morir , con balas asesinas del Estado, se pudren distinto a los muertos asesinados por los violentos de Colombia, que no son pocos y que han convertido a Colombia, todos ellos, en un santuario de violencia demente, ejecutada por personas de mente demente, por razones demenciales.

Y toda esa algarabía de muerte, todos esos falsos positivos, todo esa política concentrada en gastarse el presupuesto de la Nación en los síntomas de la enfermedad colombiana y no en las causas de los síntomas de la enfermedad colombiana, van a volver, es seguro, en un país de insensatos, a elegirlo como Presidente, para que la faena de la muerte violenta, tan amada por la institucionalidad y por los terroristas, que le hacen el juego, continué su curso.

La platea estallará en júbilo y no dejarán de escucharse las cacareadas andanadas de los fanáticos del presidente insultando o amenazando, a todo aquel en contra de esa política equivocada, que no nos llevará jamás al camino de la reconciliación y de la paz, que tanta falta nos hace y que anhelamos tanto.

En fin, que siga con sus teatrales acciones de mártir de este calvario en que se ha convertido Colombia, que aquí encuentra muchos adeptos a los espectáculos de la violencia, como manifestación política de civilización y de cultura.

Como le escuché a un niño, indignado con la situación colombiana: “Guácala un beso de Uribe”. 

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