jueves, enero 04, 2018

NADA MAS TIPICO QUE UNA ELECCION ATIPICA


REPENSANDO EL COTIDIANO
NADA MAS TIPICO QUE UNA ELECCION ATIPICA

Flavio Restrepo Gómez

                  Caldas, se prepara para elegir un nuevo Gobernador, que reemplazará al Gobernador encargado, que reemplazó al Gobernador destituido. Para hacerlo, se dió un plazo de 58 días, lo que en la vida del Departamento es una eternidad, pero en la de los políticos es cortísimo lapso, para aceitar maquinarias y asegurarse la “victoria”, con la que querrán seguir manejando el Departamento. Si, el Departamento de Caldas, que tiene a su haber la vergonzosa realidad de ser uno de los mas corruptos de esta Colombia ya bastante corrupta (Barómetro Global de la Corrupción)
                  En este proceso proselitista que se realiza a las carreras, tendremos que enfrentarnos a la cruda realidad de lo que es la política caldense, con sus esbirros, sus traficantes de votos, sus viejas y nuevas coaliciones, que se diferencian en que las nuevas que fueron salidas de las viejas, son mucho mas corruptas que las que les dieron origen. En fin, una debacle política, para un Departamento manejado siempre como una hacienda, en la que los mayordomos son amos y señores y los ciudadanos, dueños de la “Finca Caldas”, fueron convertidos en simples espectadores.
La triste realidad de los verdaderos dueños de la comarca, los ciudadanos, manejados como peones en el tablero del ajedrez político, en el que los dirigentes fungen de reyes; las que los secundan de reinas; los burócratas empedernidos y directorio-dependientes, como caballos; los beneficiarios de esa mala práctica, como alfiles y los que hacen de protectores de ese poder odioso y detestable, como torres. Contra todos esas “piezas” del ajedrez politiquero, están los “ciudadanos de a pie”, que son los que chocan en el día a día, que no son escuchados, son desatendidos, simple y olímpicamente ignorados.
Los ciudadanos, verdaderos dueños de la comarca, solo les sirven a los políticos, cuando necesitan que por ellos depositen los votos, con los cuales ellos eligen a sus propios verdugos. Un negocio infame de compraventa de votos y manipulación de votantes, que ha adquiridos proporciones inimaginables, en un campo en el que la corrupción se campea oronda, el tráfico de influencias es pan de cada día, la servil adhesión es premiada con mano amplia, por parte de los que despilfarran los dineros públicos, como si les pertenecieran. El desperdicio de los dineros de los contribuyentes en entrega de última edición.
La gallera en que se convirtió la Gobernación, con la riña de gallos en que metamorfosearon el arte de la política, los políticos viejos con sus mañas de siempre, los políticos jóvenes mucho mas mañosos, pero mas hipócritas, que están  buscando capitalizar para ellos el poder de la región y los áulicos que los siguen como gallinazos a la espera de la carroña de la que viven, nos dejan muy pocas, casi ninguna esperanza de renovación o cambio.
Se revitalizó el poder de Omar Yépez, que andaba dedicado con buena intensión a filosofar sobre política;  resucitó el insepulto cadáver político de Arturo Yépez, dedicado en los últimos tiempos a ser jurado de reinados de quinta categoría; se mantiene al margen con sofistería, Jorge Hernán Yépez, de quien no se ha dicho todo lo que hay que decir, pero se dirá a su debido tiempo. Alineada con ellos, como coequipera de una antigua coalición que se resiste a pasar a la historia como lo peor que le ha pasado al Departamento en toda su historia, está Adriana Franco, de quien un día creí podría hacer mejor papel.
Al lado de estos, hacen manifestaciones rabiosas de algarabía preelectoral, el vetusto movimiento de Salvación Nacional, que no es Nacional y que no ha sido salvación, con Luis Emilio Sierra, siempre en primera fila, para hacer coaliciones con los que pueden ganar, contrariando los principios de Álvaro Gómez Hurtado, hombre preparado, que fundó el movimiento, personaje que al menos tenía vastísima cultura y visión holística de la realidad nacional. Por eso fue impunemente asesinado.
No menos notoria es la presencia de Mauricio Lizcano, el vago que definió su padre, ese bueno para nada, que maneja hilos de poder en Caldas con aterradora frialdad, el mismo que fue a Antioquia para buscar alianzas, para terminar pasando al cadalso al que allí era jefe, porque el poder en la compra-venta de votos y conciencia todo lo puede en este país macondiano, que produce vergüenza.
No falta Luis Alfonso hoyos, a quien no le hizo ni cosquillas el que le decretaran la muerte política en el Consejo de Estado, ni su compadre de aquelarres políticos, Oscar Iván Zuluaga, que no tiene votos suficientes para llenar la chiva en la que promociona su precandidatura presidencial, para volver a la época de la violencia de la Seguridad Democrática, con todos sus eufemismos, sus mentiras, sus trampas, sus falsos positivos, su Agro Ingreso Seguro,  sus escándalos sin fin.
Los demás, no son mucho mejores, son menos peores, que es una subcultura política que hizo nido en la deturpada escuela greco-caldense, esa que tiene muchos cuestionamientos, muy poquitas realizaciones y casi ninguna categoría de política de verdad.
En definitiva, nos alistamos para la representación de otro espectáculo circense, de otra opereta tragicómica  de malabarismo político, en el que continuarán los mismos con las mismas, haciendo de Caldas un Departamento que políticamente merece repudio y produce vergüenza.
Ante tan apocalíptico escenario, contando con la ventaja de una ciudadanía que no les cree nada, pero hace menos por cambiar las cosas, no queda mas remedio que decir: ¡Que gane el menos peor!



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