REPENSANDO EL COTIDIANO
NADA MAS TIPICO QUE UNA ELECCION ATIPICA
Flavio Restrepo Gómez
Caldas, se prepara
para elegir un nuevo Gobernador, que reemplazará al Gobernador encargado, que
reemplazó al Gobernador destituido. Para hacerlo, se dió un plazo de 58 días,
lo que en la vida del Departamento es una eternidad, pero en la de los
políticos es cortísimo lapso, para aceitar maquinarias y asegurarse la “victoria”,
con la que querrán seguir manejando el Departamento. Si, el Departamento de
Caldas, que tiene a su haber la vergonzosa realidad de ser uno de los mas
corruptos de esta Colombia ya bastante corrupta (Barómetro
Global de la Corrupción)
En este proceso proselitista
que se realiza a las carreras, tendremos que enfrentarnos a la cruda realidad
de lo que es la política caldense, con sus esbirros, sus traficantes de votos,
sus viejas y nuevas coaliciones, que se diferencian en que las nuevas que
fueron salidas de las viejas, son mucho mas corruptas que las que les dieron
origen. En fin, una debacle política, para un Departamento manejado siempre
como una hacienda, en la que los mayordomos son amos y señores y los
ciudadanos, dueños de la “Finca Caldas”, fueron convertidos en simples
espectadores.
La triste realidad de los verdaderos dueños de la comarca,
los ciudadanos, manejados como peones en el tablero del ajedrez político, en el
que los dirigentes fungen de reyes; las que los secundan de reinas; los
burócratas empedernidos y directorio-dependientes, como caballos; los
beneficiarios de esa mala práctica, como alfiles y los que hacen de protectores
de ese poder odioso y detestable, como torres. Contra todos esas “piezas” del
ajedrez politiquero, están los “ciudadanos de a pie”, que son los que chocan en
el día a día, que no son escuchados, son desatendidos, simple y olímpicamente
ignorados.
Los ciudadanos, verdaderos dueños de la comarca, solo les
sirven a los políticos, cuando necesitan que por ellos depositen los votos, con
los cuales ellos eligen a sus propios verdugos. Un negocio infame de
compraventa de votos y manipulación de votantes, que ha adquiridos proporciones
inimaginables, en un campo en el que la corrupción se campea oronda, el tráfico
de influencias es pan de cada día, la servil adhesión es premiada con mano
amplia, por parte de los que despilfarran los dineros públicos, como si les
pertenecieran. El desperdicio de los dineros de los contribuyentes en entrega
de última edición.
La gallera en que se convirtió la Gobernación, con la riña
de gallos en que metamorfosearon el arte de la política, los políticos viejos
con sus mañas de siempre, los políticos jóvenes mucho mas mañosos, pero mas hipócritas,
que están buscando capitalizar para
ellos el poder de la región y los áulicos que los siguen como gallinazos a la
espera de la carroña de la que viven, nos dejan muy pocas, casi ninguna
esperanza de renovación o cambio.
Se revitalizó el poder de Omar Yépez, que andaba dedicado
con buena intensión a filosofar sobre política;
resucitó el insepulto cadáver político de Arturo Yépez, dedicado en los
últimos tiempos a ser jurado de reinados de quinta categoría; se mantiene al
margen con sofistería, Jorge Hernán Yépez, de quien no se ha dicho todo lo que
hay que decir, pero se dirá a su debido tiempo. Alineada con ellos, como
coequipera de una antigua coalición que se resiste a pasar a la historia como
lo peor que le ha pasado al Departamento en toda su historia, está Adriana
Franco, de quien un día creí podría hacer mejor papel.
Al lado de estos, hacen manifestaciones rabiosas de
algarabía preelectoral, el vetusto movimiento de Salvación Nacional, que no es
Nacional y que no ha sido salvación, con Luis Emilio Sierra, siempre en primera
fila, para hacer coaliciones con los que pueden ganar, contrariando los
principios de Álvaro Gómez Hurtado, hombre preparado, que fundó el movimiento,
personaje que al menos tenía vastísima cultura y visión holística de la
realidad nacional. Por eso fue impunemente asesinado.
No menos notoria es la presencia de Mauricio Lizcano, el
vago que definió su padre, ese bueno para nada, que maneja hilos de poder en
Caldas con aterradora frialdad, el mismo que fue a Antioquia para buscar
alianzas, para terminar pasando al cadalso al que allí era jefe, porque el
poder en la compra-venta de votos y conciencia todo lo puede en este país
macondiano, que produce vergüenza.
No falta Luis Alfonso hoyos, a quien no le hizo ni
cosquillas el que le decretaran la muerte política en el Consejo de Estado, ni
su compadre de aquelarres políticos, Oscar Iván Zuluaga, que no tiene votos
suficientes para llenar la chiva en la que promociona su precandidatura
presidencial, para volver a la época de la violencia de la Seguridad Democrática,
con todos sus eufemismos, sus mentiras, sus trampas, sus falsos positivos, su
Agro Ingreso Seguro, sus escándalos sin
fin.
Los demás, no son mucho mejores, son menos peores, que es
una subcultura política que hizo nido en la deturpada escuela greco-caldense,
esa que tiene muchos cuestionamientos, muy poquitas realizaciones y casi
ninguna categoría de política de verdad.
En definitiva, nos alistamos para la representación de otro
espectáculo circense, de otra opereta tragicómica de malabarismo político, en el que
continuarán los mismos con las mismas, haciendo de Caldas un Departamento que
políticamente merece repudio y produce vergüenza.
Ante tan apocalíptico escenario, contando con la ventaja de
una ciudadanía que no les cree nada, pero hace menos por cambiar las cosas, no
queda mas remedio que decir: ¡Que gane el menos peor!
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